Inmovilización de tornillos y tuercas
La inmovilización de tuercas y tornillos tiene
como objetivo evitar que se aflojen las uniones roscadas sometidas a
vibraciones, golpes, cambios de temperatura, etc. Para ello, existen
distintos tipos de montajes que garantizan en mayor o menor grado
esta inmovilización. Las formas más normales de inmovilización de
acoplamientos roscados son:
- Inmovilización por encolado.
Se utiliza para ello una cola (Loctite,
Araldite, etc...) o un barniz especial.

- Contratuerca.
Para
realizar una inmovilización con una contratuerca se bloquea en
primer lugar la tuerca contra la pieza. Seguidamente se
atornilla la contratuerca y se bloquea ésta contra la tuerca, de
forma que queden las dos tuercas apretadas contra la pieza.
Normalmente se utilizan como contratuercas tuercas hexagonales
rebajadas (DIN 936).
- Arandelas Grower.
La inmovilización se consigue gracias a la elasticidad de la
arandela Grower (DIN 127). La eficacia de esta inmovilización
viene aumentada por la incrustación de los extremos salientes en
la tuerca (en la cabeza del tornillo) y en la pieza.
- Arandelas dentadas.
Estas arandelas (DIN 6798, 6797) consiguen la
inmovilización gracias a la elasticidad de los dientes. La
eficacia de las mismas se ve incrementada por la incrustación de
las aristas en las piezas que se van a movilizar.
- Arandelas Belleville.
La arandela Belleville (DIN 128) presenta una
forma troncocónica. Después del apriete queda plana, pero no
pierde las propiedades elásticas y actúa como un potente resorte
axial. De esta forma se asegura una gran presión de contacto
entre los filetes de la rosca. se pueden colocar varias
arandelas superpuestas, aumentando así el efecto resorte
incrementando entonces la presión entre filetes. Se usan
principalmente en piezas sometidas a vibraciones y choques.
- Tuercas de seguridad.
Las tuercas autoblocantes, figura a, (DIN
986 y 987) que se observan en la figura tienen un anillo de
material sintético (nylon, teflón, etc..) en el que penetran los
filetes del tornillos al roscar la tuerca.
En cuanto a la tuerca de seguridad,
figura b, (DIN 7967), fabricada de chapa, consigue el bloqueo de la
unión por el efecto elástico de los dientes roscados de
inmovilización.

- Inmovilización por alambre.
Si se taladran las cabezas de dos tornillos o de
dos tuercas, se pueden inmovilizar mediante un alambre que pase
por los agujeros atándolo después. El alambre utilizado suele
ser de latón recocido o de acero inoxidable. Este tipo de
inmovilización se usa para colocar precintos.
- Tuercas almenadas y pasadores de aletas.
Uno de los sistemas más utilizados es el de las
tuercas almenadas y pasadores de aletas. El pasador
atraviesa una de las aristas a través de un agujero realizado
previamente en el tornillo. Por ahí se introduce el pasador,
doblando los extremos hacia afuera. Cada vez que se desee
desmontar la tuerca se debe romper el pasador y sustituirlo por
uno nuevo en el montaje (figura a).
- Tuercas de fijación y arandelas de
retención.

La arandela de retención tiene varias
lengüetas en el exterior y una en el interior. La interior se encaja
en una ranura del árbol y una de las exteriores en la entalla de la
tuerca. Consiguiendo de este modo una inmovilización total. Se
suelen utilizar para bloquear el aro interior de un rodamiento
(figura b).
- Inmovilizadores de chapa o plaquitas tope.
Este tipo de inmovilizadores son placas con
formas variadas (figuras siguientes). La inmovilización de la placa
se obtiene por medio del doblado de un borde sobre uno de los planos
de la pieza y el otro borde sobre el tornillo o la tuerca. Las
cazoletas de seguridad se utilizan para tornillos de cabeza
cilíndrica.

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